Un momento sereno
desprendido del tiempo.
Tu mirada de fuego
encendida en mi mar.
Te estaba estrenando
por dentro y por fuera
y tu primavera
me hacía temblar.
Un cielo lejano,
una tierra caliente,
un soplo de viento,
una lluvia de abril.
Un nuevo vestido
que envuelve y que besa,
que acaricia y no pesa
y que deja fingir.
Media noche en mi mente
es de todos los siglos.
Medio día en tu alma
que gritaba calor
Y una casa infinita
un pedazo de gloria.
Así fue nuestra historia,
así fue nuestro amor.
Y una música blanca
que volaba en la arena.
Un volcán en las venas
de placer y dolor.
Y una casa infinita
un pedazo de gloria.
Así fue nuestra historia,
así fue nuestro amor.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario